Cuando hablo de este tema en clases o charlas, comienzo preguntando que idea tienen sobre yin –yang. Por lo general escucho: frió-calor, masculino-femenino, día-noche, o también algunas afirmaciones de carácter esotérico, pero escasamente alguien plantea el termino “clasificación”. En realidad la teoría del yin yang no es relativa a energías, ni sustancias, ni elementos esotéricos, es nada mas ni nada menos que un criterio de división y clasificación fenomenológico, con un principal interés dialéctico. Mas allá de esta pequeña introducción, es necesario comprender que la teoria del yin yang abarca todos los aspectos de la medicina oriental siendo imprescindible dominarla para abordar con eficacia cualquier técnica de curación.
El suplemento que figura a continuación fue escrito por el Maestro Masunaga en la revista Ido No Nippón.
Daniel Donatto
YIN-YANG
“Yin y Yang son la ley del universo,
el principio basal de la creación,
la madre y el padre de toda la manifestación,
la razón de la vida y de la muerte…”
Según la tradición oriental, en el origen de todo se encuentra el “Gran Uno”, o “Supremo Uno” – el “Taï-I” o “Taï-Chi” (Lit.: “viga”), el “Tao” con un nombre (el “Ser”), primera determinación del “Tao sin nombre” (“Wou-Ki”: el “No Ser”)– que a través de una suerte de polarización de sí mismo se proyecta y luego engendra y despliega su manifestación.
“El Tao engendra Uno
Uno engendra Dos
Dos engendra Tres.
Tres engendra los 10 000 seres”
Esta noción del Yin-Yang como proceso de producción y de transformación de todo lo que adviene entre Cielo y Tierra es la base misma, aunque los términos aún no figuren, de toda la filosofía del “Yi-King” – el “Libro de las Mutaciones” –, de la cual la tradición china hace remontar al mítico emperador Fu-Shi la paternidad de los dos principios que aquí se designan bajo los nombres de “claro” y “oscuro”. Luego aparecerían los términos de “Yin” y “Yang” entre los siglos 10 y 8 anteriores a nuestra era y a partir de los siglos 4 / 3, se adoptarían definitivamente. La escuela filosófica del mismo nombre desarrollaría la teoría relativa a dichos términos tal como figura claramente en el “Sou Wenn”, que sería retomada por los Taoístas y los Confucionistas.
Etimológicamente, los términos Yin y Yang son en sí la traducción de las ideas de “claro” y “oscuro”, escritos respectivamente en estos ideogramas:
Yin
proveniente del pictograma original que representa las laderas de una colina
pictograma de un techo que simboliza algo que recubre, que esconde
pictograma que representa una nube
Yang
representa el sol arriba del horizonte
es la representación de los "rayos de luz
“Yin” significa de este modo, etimológicamente: “ladera a la sombra, lado norte, sombra de una colina” y de allí, por extensión: “oscuridad”;
“Yang”, “ladera al sol, lado sur, iluminado de una colina”, y de allí: “luz”.
Dos laderas opuestas, pero nunca una sin la otra, y cuyas cualidad o estado respectivo son relativos y cambiantes, al inducir la idea de oposición, las ideas de complementariedad e inseparabilidad, de relatividad e interdependencia, de constante mutación y alternancia entre los dos opuestos.
Los aspectos incluidos en la noción de Yin-Yang, son aplicables a todos los niveles de la manifestación. De este modo, como principios opuestos sera: Yang: todo lo que proviene de la naturaleza del Cielo, que es del orden de la Esencia, del espíritu, de lo iluminado, de lo cualitativo; es positivo, activo, masculino, creativo, externo; en la naturaleza: el firmamento, el sol, el día, el verano, el Este y el Sur (direcciones en que el sol se levanta y crece), el fuego, el calor, lo seco, lo duro, el rojo…; el círculo (símbolo del Cielo), lo temporal, lo vertical, la actividad, el movimiento, la expansión, lo que va hacia arriba; los números impares y generalmente todo lo que está “en acto”;.
No hay crecimiento indefinido de una cualidad en desmedro de la otra; el apogeo de una demuestra al ser alcanzada ineluctablemente el límite más allá del cual se produce el giro: “Cuando la luna está llena, comienza a decrecer”, dicen los chinos. Todo en el universo es de este modo alternancia cíclica entre una fase alta (Yang) y una fase baja (Yin): al día sucede el crepúsculo y la noche; a la noche, el alba y el día; al verano, el invierno, a la subida, la bajada; a la actividad, el reposo; al calor, el frío sublima el agua en vapor que el frío vuelve a condensar en agua; al nacimiento y al crecimiento suceden la decadencia y la muerte…. en un perpetuo devenir y proceso de transformación, fruto de la contradicción interna inherente a cualquier inmanencia; y en esta tensión interna se encuentra el verdadero motor de la manifestación. De allí la idea correlativa en la noción de Yin-Yang de constante mutación de todas las cosas, aspecto sobre el que el “Yi-King” había puesto particular énfasis: todo, entre Cielo y Tierra es movimiento constante entre dos polos, cambios de estado continuo en las combinaciones infinitas.
“Yin y Yang son la ley del universo (…)
arriba está el Cielo, abajo el Suelo principal,
Y entre los dos se encuentra el Hombre.
Ésta es una relación inmutable
que sirve de fundamente ante cualquier especulación sin riesgo de error;
Es por lo tanto el principio de la medicina” (…)
“Para curar las enfermedades, se debe estudiar el principio” (…)
“Querer curar la enfermedad
sin tener en cuenta los ordenadores celestes y los principios terrestres,
es ir hacia el fracaso, si no hacia el desastre” (…)
y también:
“olvidarlo (…) es olvidar que Yin y Yang son principios mutantes
y que el hombre sigue estas mutaciones perfectamente previsibles por anticipación”.
(“Neï-King Sou Wenn”, Cap. 5, 6, 75).
La salud es equilibrio armonioso entre las 2 energías, la enfermedad, ruptura de este equilibrio por un exceso de una en desmedro de la otra. El tratamiento consiste en restablecer el equilibrio roto dispersando la energía en exceso y tonificando la energía en carencia. La enfermedad es así tratada desde su misma raíz, y no al nivel de los síntomas, que no son sino las manifestaciones externas del alerta y desaparecen por sí mismos cuando erradicamos la causa del mal.
(1) Neï-King Sou Wenn:
(2) Tao Te King:
Shizuto Masunaga
Publicado en la revista "Ido No Nippon"
Traduccion:E Kohen
Revisión técnica: Daniel Donatto
Agradecimientos: A Pepe Gil Vázquez por el soporte y la colaboracion
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